Lecciones de Antropofagia I

A veces
un idioma de ceniza
traza otras distancias de mapas y meridianos,
conjuga otras ficciones,
puebla la noche de quemaduras ácidas.

A veces
la sombra del caballo
y de su ahorcado hace mover los trenes
y trastorna a gritos
este oscuro sol de podredumbre.

Lecciones de Antropofagia II

Por si una súbita deglución
de doctrinas con un tacto de doncella
se elimina, dejemos el día claro.
Nada de zapatos y pestañas a la hora del café:
ayer mataron la liebre y borraron del calendario
un marzo que nunca vino.

Por si el eterno retorno
se queda atascado frente al palomar de muertos
sin lápidas ni angustias, dejemos la madrugada.
En ese instante el aire de los recuerdos
regresará a la escuela, o tirará aserrín
sobre la cama que jamás usaré para el descenso.

Por si la extensión del cuerpo
dimanara dinamitas o cardos que nos trituren
la mortaja y sus racimos, mejor dejemos los llantos.
Hoy habremos de asistir a mi textura de mandrágora
frente a tanto despalabro turbio,
inconsecuente.

Lecciones de Antropofagia III

el tercer aspecto de este reino que: concluye, es la promesa central del recipiente,: los metatarsos/rotos/que/rigen/elotrooirdelo/negado en la gran noche de Brahma: esta integración responde a la mismidad aritmética del germen, su epifanía: perpleja ante la sospecha de que no todo de lo, humano, me, es, ajeno: hagamos por (c)ósmosis el inventario de lo que se encuentra a nuestro alcance: la piedra genésica? el uno priscilianista?: la panóptica abisal, el ver lo opuesto en lo idéntico, el ver lo idéntico en lo opuesto: no despiertes a la remisión, al hecho de componer la heurística zarpada deloinvisible, cuando la bilateralidad renuncia a los epílogos abriendo la di: visión de las aguas del arriba con las aguas del abajo: sean todos bienvenidos a la máquina del tiempo, ese fluir, ese ritmo en reposo acelerado que dispone en cualquier caso (la conciencia) y no el mu-n-do

la teleología del espiro es dar el n(h)ombre,: los anagramas nada tienen de ilusorio, ya sea com: o una mera tentación del existir, ya sea como cordón nutriz de bicho antediluviano: flecha eleática para quien lo sincrónico es señal de diacronía, disolución del agua en que te contemplas: no mentar/no lamentar si no habiendo llegado al nueve pretendes llegar al diez: las modernas traducciones harán nacer la pátina del tótem contra la voz fermentada en el silencio: así se apura este pulso de sentirse causado por inútiles visiones: se anuda este desadentro turbio de patas in extremis: el aparente escape de una muerte en diferido se nos trans: forma (en) tibieza del suceder: dudo estar en el polo opuesto de toda ruina, de toda retícula engrasada: el sostén de esta atmósfera -luz negra- te recortará la lengua y su aporía: inútil la carencia oblicua del brazo que fisura la cuchara y el menhir: inútil la mudez de la lamprea que no puede frenar una ligera dieta nomológica: somos: en-la-medida-en-que-nos-abrimos al multi: verso diáfano del grito

menos a aquel que ve sin ser mirado, no acuses despojamiento, no pruebes com: prender la caza nupcial del ideograma sobre el mantel del ogro filan: trópico de cáncer, tifus o hemorroides, porque nadie dará el mañana ni su médula: no intentemos guardarnos en un último revés: si toda enumeración conduce a los equis sentidos de un resplandor no cabalístico, manojo que no retornará a su aliento heteróclito, re(in)ventemos los orígenes: diademas donde el delicado esfuerzo de las vísceras suple el pozo que esboza el ánima(l) más allá del vértigo/ los puntos cardinales se revierten y el oriente se descubre occidental/ más acá de la tramoya, la aguja que vigila anillo y dedo con: fundidos en delicuescencia zen: hanna-barbera para todas las edades,: para todos los eones enmarcados, la varia sucesión de los quizás, la postura paralelepípeda del marreco que brindó suúltimocanto: sugiero a la par del eco el tuétano ficticio de una alondra: de un andamio: tal vez de un Heidegger-Max Planck-el hombre araña (y Wolverine, ¿en qué queda?): la espera socavada en el aviso: se nos antecede verdaderamente a la luz verdosa de Lesbia, como un facón, la máscara de carne: todo requiere relaciones con el dis-curso/surco/recurso propio de una labor de desencuentros en la tachadura: borrosa, fundacional: inasible al centro magnético de un dorso turbio que quiere a: parecer y no aparece

punto y aparte: expiar la culpa, sobre todo en lo perdido: si realmente sospecharas la breve vida, los cien mil puntos de fuga al acecho del comienzo: o sino al filo del embudo como quien practica el culto a otros dioses y jura en vano: gran dios caníbal la simetría: con su celebración de raíz incorruptible/chorreando baba-mojándonos los muslos, con rulemanes arrasados por completo: metano hervido en la gargantadiurna de los sapos: otro bolsillo, otra lengua, matar el objeto amado: o hacer el espectroscopio después de que Augusto Comte declarara el fin de las estrellas, de la irrisión de viejas aves heráldicas, mojando con agua usada las compresas del olvido, la dialéctica metida entre las rejas del cráneo: restablecimiento: esto que no termina de hacerse nunca, el precederse a la historia ante la (re)vuelta de los dandys y de los megaterios póstumos: me deshago en la distancia de quien firma como esa instancia que se planta ante cualquier resquicio del pasado: oh apotegmas de dudoso gusto, antítesis de vírgenes vestales: arrojaré un reconocimiento de lo que ya está desvalido cual mordiscón ancestral del subconsciente: degollaré a un cordero, dos corderos, tres corderos: good golly, miss Dolly/ con esta ley de selva establecida, la añoranza de Eldorado, con su inversión jesuítica de las heces y del sol oculto que genera ese brillo acrílico y tenaz,: nos miraremos cara a cara (manía mosaica, en donde el frío entra por una suela rota) como cuando la sopa primordial recreábase el incendio: el malaliento vital rondaba por las llanuras del nous mansamente a un paso de caer en el pretil: iré probando la pesantez trinitarista del imperio: entre los tres chanchitos y el tercer mundo – 3erd world music, mito & nonsense: entre los tres poderes y el tercer sexo – herpes, talco & technopop: entre la tercera guerra y el tercer Reich – Gabriela, clavo & canela: inicio de una afasia filial para quien quiera aferrarse a cualquier referencialidad de garfios mudos: escuadras y cuadrantes de órbitas no alineadas: se ve que el mármol nos persigue atirantando orugas, alquitarando escombros que se yerguen a través de los cartílagos: el error sobre sí mismo: descentración: busco las trasposiciones, violencia del movimiento desprovista de su par en la yunta: también la hiperentropía del círculo más negro de la luna: confundámonos sus doce karmas, su propio portento, la risa de Beatrice Portinari,: cualquier equilibrio endeble, re-suelto en la tensión de sus nódulos hasta tres rieles de tranvía, tendría que entrar cerrando con candados el paladar de Tántalo: y sus vetas

Lecciones de Antropofagia IV

Habrá quien ciña de espuma
todas las puertas cerradas
con las vívidas espadas
de la percepción en suma.
Y en un huracán de bruma
se absorbe toda evidencia,
a pesar de que la ausencia
macrohistórica del cielo
refléjase en el deshielo
del orbe y su trascendencia.

Se nos volvió necesario
desenmarañar el texto
que nos teje y su contexto
de vidrio, mercurio y bario.
Busco el día originario
en pos de cualquier programa
que conjure su anagrama
golémico de Cyberia
mezclándose a la materia
desde el gran sueño de Brahma.

Propóngase el contrapunto,
milonga en sol disonante,
si la molécula atlante
del caos tuviera algún punto.
Frente a todo ese conjunto
adánico y su serpiente
preferiría ser diente
matriz de disolución,
o ser la prolongación
del retorno pre-existente.